Drenaje en Suelo

Drenaje en Suelo. La acumulación de agua en estructuras que se encuentran en contacto con el terreno natural puede generar empujes que repercuten en la estabilidad y durabilidad de las mismas.

Las estructuras que presentan mayor deterioro por la presencia de flujo de agua son:

  • Muros y taludes de contención
  • Bases en caminos, vías y pistas
  • Túneles y estructuras subterráneas
  • Campos deportivos, entre otros

Algunos otros fluidos (líquidos o gases) como son los lixiviados en rellenos sanitarios, pueden generar problemas no solo en las estructuras, sino también al medio ambiente.

El concepto de drenaje en el subsuelo es simple; se trata de colocar un elemento dentro del suelo cuya relación de vacíos sea mayor a la existente, siendo este el camino que el fluido tomará de forma tal que al conectar el elemento mencionado a una salida definida en proyecto, el fluido sea evacuado.

En áreas abiertas, donde es más común la infiltración de agua, existe la posibilidad de que se generen redes de flujo internas, las cuales en muchas ocasiones generan dificultades en la construcción, afectando la estabilidad de los suelos.

Existen algunas consideraciones que se deben tomar en cuenta para determinar el sistema de drenaje adecuado.

  • Tipo de obra civil (muro de contención, terraplén, relleno sanitario, etc.)
  • Zona hidráulica (frecuencia de precipitaciones)
  • Tipo de superficie (permeable o impermeable)
  • Nivel de aguas freáticas o redes de flujo internas

Gran parte de los inconvenientes que genera el flujo hidráulico, pueden ser resueltos con el simple hecho de brindarle un camino de evacuación o simplemente evitar que llegue a las zonas de interés.

La tecnología ofrece una alternativa de solución mediante el Geocompuesto GMG 412 que sustituye a los tradicionales sistemas de drenaje, constituidos por estratos de arena y grava. Este geosintéticos permite notables ahorros en costos y colocación de los materiales.